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lunes, 21 de octubre de 2024

Causa del Golpe de 1930

 



La caída de la bolsa de EEUU en 1929, generó una crisis económica en Inglaterra. La misma, aplicó una política proteccionista y comenzó a comprarles a los países de la Commonwealth (Australia, Canadá y Sudáfrica). Y esto se vio reflejado directamente en nuestra economía, ya que la demanda de nuestras materias primas cayó un 60% entre 1928 y 1932.


Este es el principal motivo del golpe de septiembre de 1930. Su objetivo era que la oligarquía vuelva a tomar el poder y utilizar todos los medios del estado para conservar los vínculos con el imperialismo inglés que estaba mostrando desinterés en nuestro campo.
Pero además, de este motivo económico, también había uno político.


Más allá, de que los radicales no supieron enfrentar la crisis del 29, existía un miedo a la revolución comunista (el cual le quitaría los campos a la oligarquía).

Hay que entender que la Revolución rusa de 1917 fue un éxito y estaba generando ecos en nuestro país con la semana trágica y la Patagonia rebelde. Además, en la VI internacional de 1928, Stalin anunció que estaba a punto de producirse una grave crisis capitalista que traería consigo una inevitable nueva ola revolucionaria.

Es más, la crisis del 29 no afectó la URSS, de hecho, su industria creció un 32%.

El mundo capitalista estaba sumergido en una fuerte crisis económica y propagandística. Para enfrentar la situación, se tomaron medidas drásticas para evitar la oleada revolucionaria comunista en América: golpes de estados.

Hubo golpes de estado en Argentina, Perú, Brasil, República Dominicana, Guatemala, El Salvador, Chile y Panamá.

Como podemos ver, la Argentina no fue el único país en sufrir un golpe de estado en esa época.

Y otra medida que se tomó, fue la del fraude electoral: evitar que las masas lleven las riendas del país.

"El voto secreto es precisamente lo que ha permitido el desenfreno demagógico que hemos padecido."

URIBURU


El golpe de 1930 fue un intento de volver a las condiciones económicas y políticas del PAN (1880-1916). Donde gobernaba la oligarquía, el pueblo no votaba y éramos los principales exportadores de materia prima a Inglaterra.


viernes, 20 de septiembre de 2024

Crack del 29


Americanos quemando pagares de bancos y acciones de empresas en 1929.


Hasta la primera guerra mundial, las potencias mundiales históricas eran Inglaterra y Francia. Ambas, dividían al mundo entre sus colonias y socios comerciales.

Nosotros éramos un país que le vendían materias primas y le compraba productos manufacturados, principalmente a Inglaterra. Esta situación nos colocó como uno de los principales exportadores de materia prima ubicándonos en el sexto lugar de los países más importantes del mundo a principios del SXX. Pero duró hasta 1929.

El reparto del mundo entre las potencias europeas desencadenó en la primera guerra mundial (1914-1918). Finalizada la misma, Inglaterra, Francia, Alemania e Italia quedaron devastadas. Su debilidad a nivel mundial dio lugar a que una naciente potencia del continente Americano los sobrepasara: EEUU.

Estados Unidos, implementó una política económica doble. Por un lado, desarrolló el campo, logrando un proteccionismo que generaba no depender de la materia prima de otros países. Y por otro lado, desarrolló la industria gracias una fuerte inversión tecnológica (desarrollo que nosotros no generábamos por presión de Inglaterra).

Aprovechando que las grandes potencias estaban destruidas por la gran guerra (y que además, las mismas reemplazaron la producción de alimentos por la producción de armamento) el país de barras y las estrellas se convirtió rápidamente en la principal potencia mundial en exportar materia prima y bienes de consumo.

Esa época, de buena estabilidad económica, dio origen en los EEUU a los famosos “locos años veinte”. La década donde todos tenían dinero y bien estar. Desde un gran empresario hasta un humilde trabajador, ambos invertían en la bolsa de Wall Street.

Lo irónico, es que esa buena época económica fue la que terminó generando su caída. La gente creyó que la racha no se iba a terminar nunca, generando así, una especulación tan grande que no paraban de invertir en acciones de empresas. Llevaban su dinero a cambio de papeles con promesas de que valdrían más en un futuro cercano.

Pero Europa demandaba productos y materia prima a EEUU endeudándose con ellos mismos para poder cómpraselos. Francia multiplico su deuda con EEUU por siete, Gran Bretaña por once y Alemania por veintisiete. Ante este nivel de endeudamiento, Europa tuvo que poner un freno y dejó de comprar a los americanos.

En las fábricas de EEUU se generaron despidos y cierres. Ante la crisis, la gente fue a los bancos a retirar todo lo posible e intercambiar las acciones por dinero. Pero claro, a esa altura, ya valían mucho menos o no valían nada. Muchos americanos habían invertido los ahorros de su vida y se quedaron en la miseria.

Casi poético, que los “locos años veinte” de increíble crecimiento económico, terminaron abruptamente en su último año. El crack de 1929, no sólo fue devastador para los EEUU, sino para el resto del mundo.

jueves, 18 de julio de 2024

El traspaso



A finales del SXIX la Argentina llegó a un punto de inflexión. Dejó de ser una colonia/pueblo insignificante a ser una de las potencias más ricas del mundo.

Esto se logró mediante el modelo agroexportador que fue llevado a su extremo guiado por la oligarquía que gobernaba. El arquetipo de este sistema fue el Gral. Roca con los gobiernos del PAN.

El problema, es que esas familias oligarcas que gobernaban, creían que eran las únicas merecedoras de disfrutar de los benéficos económicos, políticos y laborales del modelo agroexportador. No hacían participe al trabajador.

Fueron las familias que no permitían que las masas de trabajadores del campo, trenes, puerto, telégrafos y todos los rubros relacionados al modelo, tuvieran sueldos dignos, francos, ocho horas de trabajo, descanso, y mucho menos, derecho al voto. Creían que si dejaban participar a las masas en la política, todo se vendría abajo.

Sin embargo, en la década de 1890, las familias no oligarcas de clase baja o media, habían podido enviar a sus hijos a las universidades públicas, generando nuevas generaciones conscientes de estas injusticias y con ganas de que las cosas cambien.

La falta de participación política, de derechos, y sobre todo, la injusta distribución de las ganancias producidas por el sistema agroexportador, generó las revoluciones de 1890, 1893 y 1905 lideradas por la Unión Cívica/Unión Cívica Radical.

Por más que ninguna logró el objetivo principal, lograron cambiar de parecer a ciertos miembros del PAN antiroquistas liderados por Carlos Pellegrini y Roque Sáenz Peña.

Roca insistía en continuar sin modificaciones, pero el miedo de que una revolución a gran escala tire a bajo todo lo conseguido, alertó a varios miembros del partido autonomista. Entendían que si les daban cierta participación, dejarían la lucha armada de lado.

Hay que entender que el miedo era real. En 1905, los bolcheviques llevaron a cabo la primera revolución contra la nobleza rusa (la oligarquía rusa). Lograron una monarquía parlamentaria y el sufragio masculino. Esa revolución fue en enero e inspiró a los radicales que la hicieron en agosto.

En 1906, luego de la muerta de Quintana, asume como presidente José Figueroa Alcorta. Y durante su presidencia, el congreso dicta la Ley de amnistía general a todos los participantes de la revolución de 1905 (donde él mismo fue secuestrado y amenazado de muerte). Aquí se ve el rumbo de conciliación que buscaban Sáenz Peña y Pellegrini (que muere ese mismo año junto a Mitre, Quintana y Bernardo de Irigoyen).

Como consecuencia del fracaso de la revolución de 1905, la UCR quedo desarticulada un par de años, hasta su nueva aparición en 1909, donde anunciaron la abstención en las elecciones presidenciales del año siguiente, año del centenario, hasta que se sancionara un régimen electoral capaz de garantizar elecciones limpias.

Pero el hecho más significativo de ese año, fue la Semana Roja. Luego de un acto anarquista en la ciudad de Buenos Aires el 1 de mayo, la policía, al mando de Ramón Falcón, reprimió matando a 14 obreros.

Luego de manifestaciones y grandes huelgas, fue el ruso anarquista Simón Radowitzky quien vengaría esa represión cargándose la vida de Falcón.

El gobierno justificaba esta crisis a una conspiración rusa para generar una revolución como en su país. Como consecuencia, se dictó el estado de sitio que duró hasta los festejos del centenario en 1910, donde se coreaba la consigna "¡fuera los rusos!".

También fue el año de la Revolución Mexicana, que al igual que la rusa, había triunfado pero en continente americano. La tensión era grande.

En las elecciones a presidente de 1910, es cuando se dio el momento vértice. Ganará un candidato del PAN, claramente, pero no uno cualquiera, fue Roque Sáenz Peña.

Lo interésate de Roque es que, a pesar de ser hijo del ex presidente Luis Sáenz Peña (hombre del PAN y que sufrió la revolución de los radicales en 1893 durante su mandato) él era amigo de Leandro Alem, Hipólito Yrigoyen y Aristóbulo del valle. Es más, juntos fundaron un partido político en 1877, “Partido Republicano”, donde su intención era establecer un sistema democrático con elecciones libre.

El “Partido Republicano” no prosperó y en 1879 Roque se fue como voluntario a pelear en la “Guerra del Pacifico” contra Chile del lado del Perú.

A su regreso, los más radicales del Partido Republicano (Alem, Yrigoyen y Del Valle) terminarán fundando la UCR, mientras que la rama más conservadora (Roque Sáez Peña) terminará fundando el Partido Modernista dentro del PAN.

Durante las elecciones de 1892, Roque quiso presentarse como candidato a presidente, pero a Roca no le gustaba su tendencia a las elecciones libres. El zorro elaboró un plan maquiavélico. Para evitar la candidatura de Roque, propuso a su padre como presidente. Roque se vio forzado a dar un paso al costado pero comenzó a conspirar contra Roca junto a Carlos Pellegrini.

Luego de la revolución radical de 1893, de la rusa y la de los radicales de 1905, de la masacre de la plaza Lorea de 1909 y de la revolución Mexicana de 1910, en las elecciones argentinas de ese año, la mejor opción para la oligarquía era que Roque Sáenz peña, y su partido modernista, pusieran paños fríos a la tendencia mundial.

Antes de asumir la presidencia, Roque se reunió con el líder de la oposición, y amigo personal, Hipólito Yrigoyen. En ese encuentro, Roque se comprometió a promulgar una ley electoral que modernizara los comicios e impidiera el fraude electoral e Hipólito se comprometió abandonar la lucha armada. Ambos cumplieron con su palabra.


La ley de sufragio se promulgó en 1912. Dos años después, murió Roque, en pleno mandato presidencial. Lo reemplazó su vice, Victorino de la Plaza, convirtiéndose en el último presidente del PAN.

En 1916 asumió Hipólito Yrigoyen como el primer presidente elegido por un sufragio real sin fraude. El objetivo de la oposición finalmente se consiguió.

Desde el SXX, la oligarquía tuvo que comenzar a ceder cierto poder en el gobierno para evitar una revolución donde perdieran todo. Sabían que tarde o temprano el presidente iba a ser Yrigoyen. Por eso, eligieron a Roque como último presidente que haga el traspaso, ya que era amigo de Hipólito y otros líderes de la UCR.

Las familias de la oligarquía estaban convencidas, de que a pesar de que el presidente fuera de la oposición, iban a seguir manteniendo mucho poder ya que eran los dueños el modelo agroexportador y eran mayoría en el Congreso, pero eso no duraría mucho tiempo.

miércoles, 3 de julio de 2024

La tercera posición, el corporativismo.

 

Entre los siglos XVIII y XIX el sistema capitalista llevó al mundo a las revoluciones burguesas (Revolución francesa, Revolución de Mayo, etc). Los burgueses tomaron el poder en sus países y establecieron una economía liberal. El libre cambio generó un crecimiento en las ganancias pero también una desigualdad muy profunda con el proletariado.

Estas injusticias no van a ser tenidas en cuenta hasta el estallido de la primera guerra mundial producto del capitalismo agresivo y el imperialismo. El mundo entendió que este sistema, tal cual estaba, llevaba al mundo a la catástrofe. Es por eso, que durante el periodo entreguerras, se empezó a buscar otros tipos de gobierno:

1- Por un lado, surgió la idea de mantener a los burgueses en el poder pero con mejores condiciones laborales para el proletariado. Serían los gobiernos conservadores del siglo XX.

2-Por otro lado, surgió la idea de que los burgueses no gobiernen más y sea el turno del proletariado. Propusieron la lucha de clases. Esta idea comunista nació con Marx. El obrero al poder. Se hizo real y efectiva en la Revolución rusa (1917)

3-Y finalmente, apareció una tercera opción: El Corporativismo.
Un sistema político y económico que no fomentaba la lucha de clases ni tampoco el liberalismo extremo. Fue una especio de “punto intermedio” pero vigilado por un estado autoritario.

Se creaban corporaciones de gremios. Donde tanto los burgueses, como los proletarios, estaban obligados a pertenecer. En estas corporaciones, se definirían las condiciones laborales entre ambas clases sociales para llegar una convivencia justa.
Pero claro, esta esperanza de paz era una utopía. Es por eso, que en la práctica, para que este sistema corporativo “funcionara”, los estados debieron ser autoritarios.

Al final, terminaría decidiendo el estado las condiciones económicas y políticas en favor de “la nación” y no de una clase social. Se terminarían limitando, trabando o prohibiendo los partidos políticos, sectores opositores, congresos, sufragios, libre expresión, etc. Aquí aparecen los gobiernos Fascistas de Mussolini, nacional socialismo de Hitler, el franquismo de Franco, el justicialismo de Perón, entre otros.



“El corporativismo es la economía disciplinada y por consiguiente, controlada, porque no es posible una disciplina sin control. El corporativismo supera al socialismo y al liberalismo, creando una síntesis nueva. He aquí un hecho sintomático, sobre el que se ha reflexionado muy poco: la decadencia del capitalismo coincide con la decadencia del socialismo.”

Mussolini, 1933

“El imperialismo ruso defiende el comunismo, vale decir, la explotación del hombre por el Estado. El otro grupo defiende el capitalismo, vale decir, la explotación del hombre por el hombre: no creo que para la humanidad ninguno de los dos sistemas puedan subsistir en el porvenir. Es necesario ir a otro sistema, donde no exista la explotación del hombre, donde seamos los colaboradores de una obra común para la felicidad común (…) No creo tampoco que para solucionar los problemas que el mundo tiene haya que aferrarse a soluciones que han fracasado en los hechos, porque el capitalismo ha fracasado y el comunismo también. Son sistemas sobrepasados por los hechos. Están luchando por una cosa que el mundo en el futuro no podrá adoptar. A esta posición es a la que se ha llamado en este país la Tercera Posición, o sea, el Justicialismo”.

Perón, 1948