La revolución industrial cambió
qué sector social gobierna.
El poder económico pasó a manos
de la Burguesía y rápidamente comenzaron sus revoluciones ante la nobleza para
que el poder político también pase a sus manos. Se conocen como las
Revoluciones burguesas. Por ejemplo: La revolución inglesa de 1642, la
revolución de los Estados Unidos de 1776 o la famosa revolución francesa de
1789.
Los nuevos gobiernos burgueses
iniciaron una carrera expansionista a nivel mundial. El objetivo fue repartirse
los territorios fáciles de conquistar, con inestabilidad política y/o militar,
para poder hacerse de su materia prima y sumarlos a sus rutas comerciales
(imperialismo). Esto podía ser mediante la fuerza o instaurando un gobierno
socio.
En el SXIX, las dos grandes
potencias que repartieron su influencia en todo el mundo fueron: Inglaterra
(Monarquía parlamentaria) y Francia (República).
En América, la influencia de
ambas fue notable. Inglaterra logró abarcar 13 colonias en américa del norte,
Jamaica, unas cuantas islas del caribe y la Guayana en el norte de América del
sur. A su vez, Francia logró controlar casi todo Canadá, todo el río
Mississippi, el centro de américa del norte, algunas islas del caribe, Haití y
la Guyana francesa en el norte de América del sur. El resto del territorio era,
en su gran mayoría, de España y Portugal, que lograron llegar antes de la
revolución industrial.
Nuestro territorio era controlado
por España. Pero rápidamente fue perdiendo su influencia. Las elites se vieron
desfavorecidas económicamente y, cada vez más, vivían del contrabando con sus
enemigos: Inglaterra y Francia. España, en vez de avanzar al nuevo orden
mundial (Capitalismo y República), apostó a quedarse en un sistema casi
medieval y fue perdiendo el apoyo de sus colonias. Las guerras napoleónicas, y
la derrota de toda su flota en la batalla de trafalgar, sólo empeoraron las
cosas.
Esa situación frágil por parte de
España dejó indefensa a Buenos Aires ante una flota Inglesa que acababa de
quitarles ciudad del cabo a los holandeses. La misma, comandada por Pophan, fue
a intentar quitarle Buenos Aires en 1806 y 1807.
La relación entre Buenos Aires e
Inglaterra era excelente ya que prácticamente todo el comercio era con ellos
por medio del contrabando. Todas las necesidades de Buenos Aires y del resto
del virreinato, las cubría Inglaterra y no España.
Las invasiones Inglesas fueron un
intento de anexo con apoyo de la elite. De hecho, durante la ocupación inglesa,
58 vecinos juraron lealtad a Su Majestad Británica. Entre ellos, Saavedra,
Castelli, Vieytes, French y Beruti. Futuros artífices de la revolución de mayo.
Y Rodríguez Peña, ideó la fuga carcelaria de William Beresford.
Finalmente la ocupación no fue
exitosa porque fue un método antiguo. No fue la mejor manera. Un extranjero
armado, es visto siempre como un invasor. No logró el apoyo del pueblo. Fue
improvisado. Y además, el mando de la ciudad y las milicias (menos Patricios) estaban
en manos de hombres españoles.
Es por eso, que los ingleses se
rindieron pudiendo haber ganado. El plan B iba a ser más efectivo: Idear junto
a la elite, una revolución interna e instaurar un gobierno socio.
Eso mismo año (1807), en Europa,
Francia le declara la guerra comercial a Inglaterra y prohibió que cualquier
país del continente comercialice con ellos. Todos obedecen a Napoleón, salvo el
gran aliado de Inglaterra: Portugal. Ese hecho, motivó a las tropas francesas
(aliadas de los españoles y ambos enemigos de Inglaterra) a solicitar acceso al
territorio español para proceder con la invasión conjunta de Portugal.
A pesar de ser aliados, ya en
Marzo de 1808, la ocupación Francesa en España era evidente.
Bonaparte, prefirió dominar
España para luego hacerse con facilidad de sus colonias en América y ganarle a
Inglaterra en esa carrera comercial. Y además, las familias reales de ambos
reinos estaban emparentados. La reina consorte de Portugal era la hermana del
rey español, la famosa Carlota, que luego se mudaran a Brasil y será propuesta
como reina de nuestras tierras.
Napoleón se reunió con Fernando
VII y Carlos IV para ver el futuro de España en Bayona. Ambos fueron obligados
a renunciar a reclamar su trono y el reino de España pasó a ser francés.
Fernando VII es “apresado” y se retira a Francia a una vida de Lujo. Napoleón
nombró a su hermano José (Pepe botella) como rey de España.
El 2 de mayo de 1808, el pueblo
español inició la Guerra de independencia contra la ocupación Francia (Cisneros
y San Martín pelearon activamente) y se creó la Junta de Sevilla para seguir
gobernando en nombre del rey preso.
San Martín, con 30 años y grado
de capitán, participó en varias batallas pero se destacan las siguientes:
-Batalla de Bailén (julio 1808):
Los españoles le ganaron a
Francia (la primera derrota en campo abierto del ejército imperial francés).
Recuperaron Madrid obligando al rey José I a retirare.
San Martín participó como
ayudante de campo del marqués de Coupigny. Al frente de veintiún hombres,
derrotó a una fuerza mucho mayor. En premio por su actuación, recibió el grado
de teniente coronel y recibió la Medalla de Oro de los Héroes de Bailén. Fue
apodado "El Incansable".
-Batalla de Albuera (Mayo 1811):
A partir de 1809, los españoles
fueron aliados de los ingleses. Los necesitaban para poder sacar a los
franceses de su territorio. Es por eso, que aparecieron ejércitos
anglo-españoles comandados por generales Ingleses.
En esa batalla, el general a
cargo fue, nada más y nada menos, que William Beresford, el hombre que tuvo a
cargo la primera invasión inglesa a Buenos Aires en 1806.
Es, en estos ejércitos mixtos,
donde San Martín conoció a miembros de la masonería. Aprendió sus ideas de
liberalismo, república y sus planes de ayudar a independizar las colonias
españolas.
En 1809, España se vio colapsada.
Su aliado los invadió y el único país que podía ayudarlos era Inglaterra. A la
junta de Sevilla no le quedó otra que pedirle auxilio a su antiguo enemigo para
que los ayude a expulsar a los franceses.
Este pedido de ayuda desesperado,
de alguna manera, fue entregarse a Inglaterra. Fue perder contra su enemigo.
Fue dejarlos entrar en su país, en sus ejércitos y en sus territorios. Hay que
tener en cuenta, que España había apoyado a las 13 colonias de Estados Unidos a
independizarse de Inglaterra. Fue cuestión de tiempo para que los ingleses
planearan, en secreto y desde adentro, la independencia de las colonias
españolas para instaurar gobiernos acordes a ellos. Esa tarea estuvo a cargo de
la masonería.
Las consecuencias de la ocupación
Francesa en España y Portugal, generaron grandes cambios en sus colonias de
América del sur.
En Brasil:
A diferencia de la familia real
española, la portuguesa se escapó hacia su colonia en América del Sur para
evitar caer presos ante Napoleón. Llegaron a Rio de Janeiro en enero de 1808.
Dieron de baja a Brasil como colonia y nació el Reino del Brasil.
En aquel reino, gobernaba el
príncipe Jorge VI, ya que su madre, la reina María, estaba demente. La esposa
del mismo era la princesa Carlota Joaquina de Borbón, hija de Carlos IV y
hermana de Fernando VII.
Su linaje español, su
asentamiento en América, y que el rey de España estuviera preso, fueron los
motivos que hicieron de Carlota, una fuerte postulante al trono español.
Sostenía que era la indicada para defender los dominios españoles desde la
América hispana porque contaba con el apoyo inglés. Sin embargo ni su esposo
Jorge VI, ni los ingleses, apoyaron alguna vez a Carlota.
Hubo criollos que vieron como una
opción de emancipación la idea de nombrar reina a esta mujer. Entre ellos
Belgrano, Pueyrredón y Rodríguez Peña.
Al mismo tiempo en el alto Perú
también hubo grandes consecuencias ante la posible coronación de la princesa
española-portuguesa.
El 25 de Mayo de 1809 el pueblo
de Chuquisaca (actual Sucre) se levantó contra el presidente de la Real
Audiencia, García Pizarro, acusándolo de querer proclamar a Carlota reina y así
entregar el virreinato a Portugal. La revuelta fue exitosa y García fue
sustituido por una Junta. La misma estuvo formada por militares, entre los que
se encontraba el Gral. Juan Antonio Álvarez de Arenales. Los aires
revolucionarios continuaron viaje y contagiaron a la otra ciudad importante, La
Paz. Allí destituyeron al intendente Dávila y nombraron otra Junta más. Una
junta fue sede del poder legislativo y la otra del poder ejecutivo. (Estas ciudades
mantuvieron esos poderes. Por eso hoy, Bolivia, posee dos capitales.)
Lamentablemente las juntas
revolucionarias no tuvieron mucha vida. El virrey del Perú, Abascal, ordenó
reprimir y ambas juntas fueron arrasadas con altísima violencia.
En el río de la plata:
Luego de las invasiones inglesas,
el héroe de las mismas, Liniers, fue nombrado Virrey del virreinato del río de
la plata (1807-1809). Fue una elección del pueblo de Buenos Aires pero avalado
por el rey Carlos IV.
A Liniers le tocó afrontar la noticia
de la invasión de Francia a España y el encarcelamiento del rey. Claramente,
ser de nacimiento francés, no le jugó una buena pasada. Ni tampoco haber
recibido a un diplomático francés (Charles Henri Etienne Bernand-marqués de
Sassenay) en una clara intención de
Francia de heredar las colonias españolas. Este es el motivo por el cual
Montevideo no lo reconoció como virrey (arma una junta de gobierno propia con
el gobernador de Montevideo, Francisco Javier de Elío, a la cabeza) y Álzaga
(alcalde de Buenos Aires) trató de quitarlo con un golpe de estado sin éxito en
enero de 1809.
Ante la crisis política en el río
de la plata, en febrero de 1809, la junta de Sevilla nombró como nueva virrey a
Baltazar Cisneros.
Cisneros (marino que se destacó
en la batalla de trafalgar y en la guerra contra los franceses) fue el primer
virrey del río de la plata que no fue nombrado o avalado por un rey español.
Una junta en plena alianza con Inglaterra lo nombra virrey (por eso dicta el
libre comercio con Inglaterra por un tiempo).
El nuevo virrey fue aceptado y
pudo gobernar en paz, hasta que cayó la junta de Sevilla el 31 de enero de
1810. La misma junta que lo había nombrado virrey.
Esta terrible noticia, llegó al
rio de la plata el 13 de mayo de 1810. Cisneros intentó ocultarla para no
generar un caos pero se hizo pública y los vecinos exigieron un cabildo
abierto. En el mismo, se decidió formar una junta previsional.
Entre 1808 y 1810, se
constituyeron juntas en México, Montevideo, Chuquisaca, La Paz, Quito, Caracas,
Santa Fe y Santiago. La junta de Buenos aires iba a ser una más. No era
revolucionario formar una junta.
Las juntas se realizaban bajo el
protocolo español cuando no existía la figura del rey (muerte, problemas de
sucesión, prisión, etc…). Era un organismo de estado momentáneo creado para que
las colonias sigan bajo el reino de España pero sin rey. El ex virrey era el
presidente de la misma y luego lo acompañaban funcionarios del cabildo (también
españoles) y algunos vecinos locales.
En Buenos Aires, se nombró una
junta bajo el protocolo español el día 24 de mayo. La junta estaba compuesta de
la siguiente manera: Cisneros de presidente, Solá, Incháurregui, (ambos
españoles) y los criollos Castelli y Saavedra. Pero la junta iba a estar
vigilada por el cabildo gracias a un “Reglamento” redactado por Leiva
(cabecilla de la resistencia española).
Fue este motivo, el cual generó
la revolución del 25 exigiendo la renuncia de Cisneros como presidente y el
reemplazo por Saavedra.
Buenos aires, a diferencia de las
demás juntas, tenía como presidente (y mayoría de integrantes) a criollos. Eso
fue un invento nuestro, por lo tanto, no era una junta sino un primer gobierno
patrio disfrazado de junta.
El último intento español fue en
Junio, cuando llegó la noticia de la instalación del Consejo de Regencia en
Cádiz. La Audiencia le ordenó inmediatamente a la junta que la reconozca, pero
Mariano Moreno rechazó rotundamente el pedido.
Las mayores autoridades
españoles, incluida la de Cisneros, se retiraron a España el 22 de Junio. Nunca
más, en la historia Argentina, un virrey volvió a pisar Buenos Aires.
La junta de Cádiz, entendió que
esa nueva junta criolla era un golpe de estado y no la reconoció. Es por eso
que nombró como capital del virreinato del rio de la plata a Montevideo y a
Francisco Javier de Elío como virrey.
Rápidamente, Montevideo se vio
acorralada. Por agua, Buenos Aires bloqueó sus puertos, y por tierra, los
gauchos de Artigas les presentaban batalla. Se generó el sitio de Montevideo.
La situación fue tan grave, que
desde España, ya sabían que Montevideo iba a caer. Por eso, le pidieron al
virrey de Elío, que regrese al continente. El último virrey del rio de la plata
se fue en noviembre de 1811. Quedó a cargo de los últimos años de resistencia
española el gobernador de Montevideo, Gaspar de Vigodet. Y el último bastión
español en el rio de la plata resistió hasta 1814.
La contra revolución:
La revolución de mayo fue gestada
en secreto por un pequeño grupo de hombres apoyados por Inglaterra y el
ejército más poderoso del momento (Patricios). Esto significa, que no fue
tenido en cuenta el resto del virreinato. Muchos se vieron afectados política y
económicamente por la revolución. Es por eso, que algunos sectores sociales y
algunas antiguas provincias, no aceptaron este golpe de estado de unos pocos
vecinos de Buenos Aires.
Esos focos de resistencia
pusieron en peligro el éxito de la revolución de mayo.
Liniers (francés, general
español, héroe de las Invasiones inglesas y ex virrey del rio de la plata) No
reconoció al nuevo gobierno y fue el líder de la resistencia en Córdoba.
Intentó armar un ejército pero no tuvo éxito y fue fusilado por orden de Mariano
Moreno.
Montevideo no reconoció al nuevo
gobierno y resistió hasta 1814 como la nueva capital, con un nuevo virrey y con
el puñado de soldados realistas que sobrevivieron como pudieron en el estado de
sitio.
Paraguay no reconoció al nuevo
gobierno. Supo resistir ante el intento de anexión de Belgrano y logró
independizarse.
El Alto Perú (Bolivia) no
reconoció al nuevo gobierno. Se enfrentó fuertemente a los ejércitos
revolucionarios. Sus hombres y armamentos eran superiores por la proximidad al
virreinato del Perú. Las batallas se libraron hasta 1816. Fue el foco de mayor
peligro. Las elites de Salta y Jujuy, apoyaban a los españoles, ya que se veían
favorecidos por el comercio.
Belgrano fue el primero en
hacerse cargo de esta zona (sin ser militar). Tuvo algunas victorias historias
muy importantes (Salta y Tucumán) pero también tuvo derrotas que puso en riesgo
todo el proyecto de independencia (Huaqui).
San Martín vino a reforzar la
revolución:
La derrota en Huaqui (Junio 1811)
dejó la zona expuesta al avance Español. Tuvimos que realizar una tregua con
Montevideo para evitar dos frentes al mismo tiempo. Esta situación fue tan
grave que quizás, fue el motivo por el cual San Martín, arribó a estas tierras
de manera apresurada.
San Martín estaba en España
peleando contra los franceses. Hacía muy poco había participado de la Batalla
de Albuera (Mayo 1811).
Sin embargo, el día 26 de agosto
de 1811 en la isla de León se redactó el siguiente dictamen:
«Paso a manos de V.E. como mi
informe, la adjunta instancia del Teniente Coronel don José de San Martín,
Capitán agregado al regimiento de caballería de Borbón, en solicitud de su
retiro con sólo el uso de uniforme de retirado y fuero militar, con destino a
la ciudad de Lima con objeto de arreglar sus intereses, abandonados por las
causas que expresa.”
San Martín renunció al ejército
español 2 meses después de la derrota de Huaqui. Expresó ir a Lima, pero
sabemos que esto no fue así. Tenemos que tener en cuenta que estaba mintiendo.
No podía decir que iba a ir a Buenos Aires cuando ésta estaba en estado de
rebeldía.
De todas maneras, tampoco viajó
directamente a Buenos Aires, antes hizo una parada muy importante, que definió
su postura, su pensamiento y la estrategia que iba a tener en América.
El 14 septiembre 1811 marchó a
Londres donde se encontró con el venezolano Miranda, artífice de la masonería
en América y muchos criollos que conspiraban como él. Entre ellos, Manuel
Moreno, hermano de Mariano (que murió envenenado en el viaje). También se
encontró con su gran amigo, Tomás Guido, Carlos María de Alvear, Zapiola y
Chilavert entre otros. En enero de 1812 embarcó a Buenos Aires y llegó el 9
marzo. Apenas llegan, fundan la logia Lautaro.
El objetivo de San Martín era el
mismo que la masonería inglesa: Eliminar a España de América y quedarse con sus
colonas antes que Francia. Y el último bastión español era Lima y lo que
quedaba del virreinato del Perú.
La estrategia militar era simple,
atacar Lima con un efecto pinza. Desde el norte (Bolívar) y desde el sur (San
Martín).
En su estadía en Londres, es
posible que haya conocido el Plan de Maitland. El mismo fue escrito por el
General ingles en 1800 y consistía en:
1-Ganar el control de Buenos
Aires.
2-Tomar posiciones en Mendoza.
3-Coordinar las acciones con un
ejército separatista en Chile.
4-Cruzar los Andes.
5-Derrotar a los españoles y
controlar Chile.
6-Continuar por mar y someter
Perú.
Exactamente el mismo plan que San
Martín llevó a cabo en 1817.
San Martín llegó y llevó a cabo
el primer objetivo. El 8 de octubre de 1812 (junto a la logia Lautaro) realizaron
un golpe de estado al Primer Triunvirato (manejado por Rivadavia) e instauraron
el segundo con miembros a fines. El principal objetivo de este triunvirato fue
la creación de la asamblea constituyente para que se escriba una constitución,
se declare la independencia de España y se cree el puesto de Director supremo
para que las decisiones se puedan tomar rápidamente. No había tiempo que
perder.
Con miembros de la masonería como
Directores Supremos, iba a poder conseguir los siguientes objetivos del Plan de
Maitland. En 1814 fue nombrado jefe del ejército del norte dónde decide que la
táctica debe ser defensiva. Acá, vemos claramente que el plan ofensivo iba a
ser por mar y no por tierra. También fue nombrado gobernador de Mendoza,
completando el punto dos.
Rápidamente, se puso en contacto
con los rebeldes Chilenos (O’Higgins) Que fue recibido en Mendoza y entre ambos
planificaron el cruce de los andes (3 punto).
En 1816, junto a Belgrano,
generaron una presión tal, que forzaron la declaración de independencia en un
año de total inestabilidad política. Otro punto importante para el plan.
1817 fue el año del cruce de los
andes (4 punto) y como Director supremos estaba su amigo y miembro honorable de
la logia Lautaro: Juan Martín de Pueyrredón. San Martín aprovechó este vínculo
para pedir todo lo que pudiera para la campaña. Y Pueyrredón le escribe:
« (…) Van 400 recados. Van hoy
por correo, en un cajón, los dos únicos clarines que se han encontrado. Van los
2000 sables de repuesto que me pide. Van 200 tiendas de campaña o pabellones. Y
no hay más. Va el mundo. Va el demonio. Va la carne. Y no sé yo cómo me irá con
las trampas en que quedo para pagarlo todo o bien que entrando en quiebra, me
voy yo también para que usted me dé algo del charqui que le mando. ¡Y qué
caray! No me vuelva a pedir más, si no quiere recibir la noticia de que he
amanecido colgado en un tirante de la fortaleza de Buenos Aires…”.
En esta carta se refleja
perfectamente el objetivo principal de San Martín. Lo importante era seguir el
plan, aunque Buenos Aires se enoje por usar recursos para liberar otros países
y no para enfrentar a los federales. Esto le costará la persecución, por parte
de Rivadavia, y exilio obligado en Europa.
Otro de los factores que
confirman el apoyo inglés, fue la cantidad de soldados ingleses que acompañaron
a San Martín en la campaña. Guillermo Miller, John O’Brien, James Paroissien y
48 soldados que desertaron durante las invasiones inglesas, se ofrecieron como
voluntarios.
Finalmente, San Martín, logró
llevar a cabo todos los puntos del Plan de Maitland. Controló Buenos Aires,
Mendoza, liberó Chile y Perú. Luego, se reunió con Bolívar, que venía liberando
desde el norte. En esa reunión, acordaron que Bolívar se quedaría en América a
terminar la campaña militar y San Martín viajaría a Europa para buscar el
reconocimiento de la independencia de estas nuevas naciones, ante Inglaterra.
En 1825, San Martín escribió:
“Allí tiene usted la independencia del Perú reconocida por la Inglaterra. La
tarea está cumplida”.
Luego de enterrar a su mujer, se
retiró e Europa con su hija en 1823. Al otro año, España pierde la guerra en
América e Inglaterra reconoce la independencia de las provincias unidas.
En el SXIX, Inglaterra y Francia tenían
como objetivo abarcar la mayor cantidad de puertos para sus rutas comerciales.
El continente americano, no fue la excepción. Luego de abarcar América del
norte y américa central, américa del sur estaba siendo fuertemente defendida
por España y Portugal.
Ambas países fueron invadidos por
Francia, en una clara estrategia de ocupación militar para luego “heredar” las
colonias de ambos en américa del sur. Un claro ejemplo, es el envío por parte
de Francia de Charles Henri Etienne Bernand (marqués de Sassenay) para iniciar
ese trámite en 1809.
Ese ataque, motivó la alianza entre
España e Inglaterra. No sólo para sacar a los franceses de España (lo que le convenía
a los españoles) sino también, para
sacarlos de América del sur (lo que le convenía a los ingleses).
La revolución de mayo fue una más
de varias revoluciones americanas dentro del proceso independentista apoyado
por Inglaterra. Un proceso que duró 14 años para mudar las ciudades de América
del antiguo sistema monárquico mercantilista al nuevo sistema capitalista
constitucional.
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