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martes, 11 de julio de 2023

Los Rivadavia (Padre e hijo) - Pelearon juntos en las invasiones inglesas y fueron enemigos en la Revolución de Mayo




Un gallego adolescente, llegó a la ciudad de Charcas en el virreinato del Perú (Hoy Bolivia). Fue recibido por su tío, quien lo ayudó para que pudiera estudiar en la universidad de Chuquisaca (donde también estudió Mariano Moreno). Se recibió de abogado en 1775. Al año siguiente, se casó con su prima (de quien adoptaría su apellido Rivadavia) y formaría una familia en estas tierras lejanas de su Galicia Natal. Tenía 29 años, se llamaba Benito González, y sin imaginárselo, sería padre del primer presidente argentino.

Siendo abogado y español, no tendría muchos problemas para conseguir buenos trabajos en la capital del reciente creado virreinato del rio de la plata: Buenos Aires.

Fue abogado en la Real Audiencia, juez de bienes de difuntos, regidor, tesorero de la Catedral de Buenos Aires y alférez real. Además, acumuló fortunas  como comerciante de esclavos.

Se recibió en la escuela náutica (creada por Manuel Belgrano) a los 55 años. Incursionó en la construcción de barcos pero no le fue bien.

Logró ingresar a su hijo Bernardino al colegio San Carlos (Nacional de Buenos Aires) pero este abandonó los estudios en 1803 para dedicarse al comercio.

En 1806, lo ingleses invadieron Buenos Aires, y como no llegaban refuerzos de España, los vecinos armaron sus propias milicias. Se agrupaban según su ciudad de origen, por lo tanto, Benito formó parte del tercio de gallegos junto a su hijo Bernardino. Benito con 60 años y Bernardino con 26, pelearon juntos en la reconquista y la defensa.

Finalizadas las invasiones inglesas, se llevó a cabo un cabildo abierto para debatir el rol de Sobremonte. Benito, utilizó toda su experimenta y conocimientos del derecho, para apoyar la moción de suplantar a Sobremonte por Liniers. Y esa fue la opción ganadora.

En 1808, Francia invade España, y tener un virrey francés (Liniers había nacido en Francia) no le cayó muy bien a los españoles defensores de la corona española. Es por eso, que en 1809, el tercio de gallegos, con Benito Rivadavia, intentó derrocarlo sin éxito. En esta ocasión, no loa acompañó su hijo Bernardino. Ya comenzaban las diferencias.

Ese mismo año, su hijo, Bernandino, se casó con la hija del ex Virrey del Pino y esto mejoró su estándar social.

Durante la Revolución de Mayo, Benito se mantuvo alejado. Era un ferviente defensor de su España. Y como ya sabemos, su hijo apoyó el primer gobierno patrio.

Luego de la revolución, todos los españoles con poder y riquezas, fueron saqueados y molestados, pero Benito no fue el caso. Ser padre del secretario del Triunvirato, tenía sus beneficios. Nunca más se involucró en la política, será el tiempo de su hijo.

Claramente, Bernardino no compartía las ideas de su padre, él si quería la independencia. Pero, además de su padre pro español, se casó con la hija del Virrey Del Pino. Por lo tanto, para los demás independentistas, la imagen de Rivadavia siempre estuvo ligada a las fiestas, reuniones y negocios españoles. Era la gente con la cual él se codeaba por parte de su padre y esposa.

Bernandino Rivadavia, participó de la Revolución de mayo. Votó para echar a Cisneros e implementar un gobierno patrio. Su postora, poder, dinero, poder de convicción le permitió ser un verdadero animal político.  Llegó a ser nombrado Secretario de Gobierno y Guerra del primer triunvirato. Y a pesar de no ser miembro directo, su postura política fue tan fuerte, que se impuso en todas las decisiones de ese gobierno.

Y si faltaba algo para levantar sospechas, además de ser hijo de un español anti independencia y una esposa hija de un virrey, impulsó la estrategia “máscara de la monarquía”. La misma,  apelaba a una supuesta fidelidad a la causa de Fernando VII que desde 1808 se encontraba preso. Pero a pesar de todo, esta estrategia no pretendía volver a ser colonia. Era una manera de ganar tiempo y reconocimiento de las demás potencias. De hecho, esa estrategia tampoco era nueva, la primera junta firmó gobernar en nombre de Fernando VII (detalle que nadie nombra).

Luego de la derrota de Huaqui, y para evitar pelear en dos frentes (Perú y Montevideo), el 20 de octubre de 1811, Rivadavia firmó un Tratado de Paz por el que las Provincias del Río de la Plata se reconocían como parte integrante de la nación española y a Fernando VII como su único soberano. Este tratado parece ser pro español, sin embargo, es simplemente diplomacia. Era para evitar la guerra en dos frentes, ya que de ser así, las perderíamos. Además, faltaba poco la que España (sin su rey) firmara una constitución.

Finalmente, en marzo de 1812, la corte de Cádiz creó la Constitución de 1812 (“Viva la pepa”). España pasó a ser una monarquía constitucional que contemplaba a las colonias como nuevas provincias del nuevo estado español. España dio fin al Antiguo Régimen monárquico absoluto.

Esto era lo que estaba esperando Rivadavia. Buscaba tiempo para que España termine su proceso hacia una monarquía parlamente y poder negociar con un ministro y no con un rey.

Es por eso, que le prohibió a Belgrano utilizar la bandera Argentina y lo obligó a desplegarse hasta Córdoba para evitar nuevos enfrentamientos. Para Rivadavia, eran nuevas aguas para negociar la independencia. Sin embargo, Belgrano, no cumplió esa orden, peleó igual y ganó la batalla de Tucumán.

Esta rebeldía de Belgrano, fue bajo la influencia de la masonería recientemente desembarcada en Buenos Aires en marzo de 1812. San Martin, Alvear y Zapiola llegaron a imponer su modelo ofensivo con el fin de eliminar completamente la influencia española en América. Realizaron un golpe de estado en Octubre, lo echaron a Rivadavia e inauguraron el segundo triunvirato al cual le exigieron crear una constitución y declarar la independencia. Para ellos, Rivadavia era “pro-español” igual que su padre.

San Martin, finalizó la vida política de Rivadavia (por dos años), sin embargo, la venganza llegaría más tarde.

Dos años más tarde, las vueltas de la vida, juntaron a Rivadavia y su “rebelde” Belgrano en un viaje a Europa juntos. La misión, encargada por el directorio, era buscar el reconocimiento de las potencias europeas pero fue un fracaso (El delfín francés, el Carlotismo, etc.)

Era 1816, Belgrano regresaría a Buenos Aires para apoyar el congreso de Tucumán y Rivadavia decidió quedarse en Londres. Esa decisión, le quitó la última oportunidad de ver a su padre vivo. Benito nunca apoyó la idea de independizarnos de España, y quizás sea casualidad, pero murió en septiembre, a dos meses de la firma de la independencia en Tucumán.

Entendemos que en esa postura "tibia" de los Rivadavia era producto de su herencia familiar. Benito, como la cabeza, era un español enamorado de su España, y Joaquina era la hija de un Virrey, casi una princesa española (por más que había nacido en Montevideo). 

La diferencia es que Benito no apoyaba la independencia y Bernardino si, pero ambos lucharon para que no se vea a España como un enemigo. 



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