Un gallego abogado y español, con
importantes cargos en el cabildo y un rotundo éxito en el comercio de esclavos,
tuvo un hijo en Buenos Aires en 1780: Bernardino Rivadavia.
Logró ingresar a su hijo al
colegio San Carlos (Nacional de Buenos Aires) pero este abandonó los estudios
en 1803 para dedicarse al comercio.
En 1806, lo ingleses invadieron
Buenos Aires, y como no llegaban refuerzos de España, los vecinos armaron sus
propias milicias. Se agrupaban según su ciudad de origen, por lo tanto, formó parte del tercio de gallegos junto a su padre Benito. Él con 26 y su padre con 60 años, pelearon juntos en la reconquista y la defensa.
En 1808, Francia invade España, y
tener un virrey francés (Liniers había nacido en Francia) no le cayó muy bien a
los españoles defensores de la corona española. Es por eso, que en 1809, el
tercio de gallegos, con su padre, intentó derrocarlo sin éxito. En esta
ocasión, no lo acompañó. Ya comenzaban las diferencias entre padre e hijo.
Ese mismo año, Bernandino, se
casó con la hija del ex Virrey del Pino y esto mejoró su estándar social.
Bernandino Rivadavia, participó
de la Revolución de mayo. Votó para echar a Cisneros e implementar un gobierno
patrio.
Claramente, no compartía las
ideas de su padre, él si quería la independencia. Pero, además de su padre pro
español, se casó con la hija del Virrey Del Pino. Por lo tanto, para los demás
independentistas, la imagen de Rivadavia siempre estuvo ligada a las fiestas,
reuniones y negocios españoles. Era la gente con la cual él se codeaba por
parte de su padre y esposa.
Su postora, poder, dinero, poder
de convicción le permitió ser un verdadero animal político. Llegó a ser nombrado Secretario de Gobierno y
Guerra del primer triunvirato. Y a pesar de no ser miembro directo, su postura
política fue tan fuerte, que se impuso en todas las decisiones de ese gobierno.
Y si faltaba algo para levantar
sospechas, además de ser hijo de un español anti independencia y una esposa
hija de un virrey, impulsó la estrategia “máscara de la monarquía”. La
misma, apelaba a una supuesta fidelidad
a la causa de Fernando VII que desde 1808 se encontraba preso. Pero a pesar de
todo, esta estrategia no pretendía volver a ser colonia. Era una manera de
ganar tiempo y reconocimiento de las demás potencias. De hecho, esa estrategia
tampoco era nueva, la primera junta firmó gobernar en nombre de Fernando VII
(detalle que nadie nombra).
Luego de la derrota de Huaqui, y
para evitar pelear en dos frentes (Perú y Montevideo), el 20 de octubre de
1811, Rivadavia firmó un Tratado de Paz por el que las Provincias del Río de la
Plata se reconocían como parte integrante de la nación española y a Fernando
VII como su único soberano. Este tratado parece ser pro español, sin embargo,
es simplemente diplomacia. Era para evitar la guerra en dos frentes, ya que de
ser así, las perderíamos. Además, faltaba poco la que España (sin su rey)
firmara una constitución.
Finalmente, en marzo de 1812, la
corte de Cádiz creó la Constitución de 1812 (“Viva la pepa”). España pasó a ser
una monarquía constitucional que contemplaba a las colonias como nuevas
provincias del nuevo estado español. España dio fin al Antiguo Régimen
monárquico absoluto.
Esto era lo que estaba esperando
Rivadavia. Buscaba tiempo para que España termine su proceso hacia una
monarquía parlamente y poder negociar con un ministro y no con un rey.
Es por eso, que le prohibió a
Belgrano utilizar la bandera Argentina y lo obligó a desplegarse hasta Córdoba
para evitar nuevos enfrentamientos. Para Rivadavia, eran nuevas aguas para
negociar la independencia. Sin embargo, Belgrano, no cumplió esa orden, peleó
igual y ganó la batalla de Tucumán.
Esta rebeldía de Belgrano, fue
bajo la influencia de la masonería recientemente desembarcada en Buenos Aires en
marzo de 1812. San Martin, Alvear y Zapiola llegaron a imponer su modelo
ofensivo con el fin de eliminar completamente la influencia española en
América. Realizaron un golpe de estado en Octubre, lo echaron a Rivadavia e
inauguraron el segundo triunvirato al cual le exigieron crear una constitución
y declarar la independencia. Para ellos, Rivadavia era “pro-español” igual que
su padre.
San Martin, finalizó la vida
política de Rivadavia (por dos años), sin embargo, la venganza llegaría más
tarde.
Dos años más tarde, las vueltas
de la vida, juntaron a Rivadavia y su “rebelde” Belgrano en un viaje a Europa
juntos. La misión, encargada por el directorio, era buscar el reconocimiento de
las potencias europeas pero fue un fracaso (El delfín francés, el Carlotismo,
etc.)
Era 1816, Belgrano regresaría a
Buenos Aires para apoyar el congreso de Tucumán y Rivadavia decidió quedarse en
Londres. Esa decisión, le quitó la última oportunidad de ver a su padre vivo.
Benito nunca apoyó la idea de independizarnos de España, y quizás sea
casualidad, pero murió en septiembre, a dos meses de la firma de la
independencia en Tucumán.
En 1820, la situación política de
las provincias unidas fue la peor desde la revolución de mayo. Luego del
fracaso de la constitución de 1819, colapsó la unidad. Cada provincia comenzó a
dirigirse por sí misma, y para eso, el gobernador de Buenos Aires, Martin
Rodríguez, se contactó con Rivadavia para ofrecerle el cargo de primer
ministro.
Rivadavia, con 40 años, aceptó y
volvió a su Buenos Aires natal. Esa vez, volvió empapado de la forma inglesa de
hacer política e hizo todo para instaurarla acá. Sus reformas fueron conocidas
como “las reformas rivadavianas”. Entre los principales cambios:
-Suprimió los cabildos.
-Fundó la Universidad de Buenos
Aires.
-Impuso el Regalismo:
Una doctrina que sostenía que no
existía un Iglesia regida por el Papa, sino que existían comunidades de fieles
a los cuales el gobierno de cada país podía dirigir a su conveniencia. Modificó
la organización de la Iglesia católica, les quitó propiedades y elimino
órdenes.
-Fomentó fervientemente las
ciencias:
Creo la Sociedad Literaria, la Sociedad de
Ciencias Físicas y Matemáticas, la Sociedad de Jurisprudencia, la Academia de
Medicina, las academias de música y canto,
el Museo Argentino de Ciencias Naturales, el Archivo General, el
Registro Oficial, el Departamento Topográfico y Estadístico. Trajo
profesionales de otros países, entre ellos, al ingeniero francés Carlos Henry
Pellegrini, futuro padre del presidente.
-Introducción de animales puros
de distintas razas.
-Fundó la Bolsa de Comercio y el
Banco de Descuentos (Futuro Banco de Buenos Aires)
-Sancionó la primera ley que habla Sufragio Universal.
-Creó la Policía del Estado.
-Construyó edificios públicos.
-Creó el Cementerio de la
Recoleta.
A pesar de vivir 6 años en
Londres y traer nuevas ideas, había algunas que nunca cambiaban. Se negó a
colaborar con los ejércitos que luchaban contra los realistas, tanto el de
Martín Miguel de Güemes en Salta, como la campaña de José de San Martín en
Perú. De hecho, consideró que San Martin hacia uso de recursos sin
autorización, ya que no era la prioridad del estado ayudar a Perú con su
independencia sino la próxima guerra de las provincias unidas contra Brasil.
Rivadavia le pidió que volviera
con sus ejércitos, San Martin se reusó y Bernardino pidió el arresto. Podrán haber pasado diez años, pero Rivadavia
nunca se olvidó de aquel golpe de estado perpetuado por San Martin y que le
tiró abajo su preciado triunvirato. Sin embargo, el arresto nunca se llevó a
cabo por el peso del Prócer. Lo dejó volver en 1823 para embarcarse en el
puerto de Buenos Aires rumbo a Francia. Será la última vez de San Martin en
nuestras tierras.
Finalizado el mandato de Martin
Rodríguez en 1824, Rivadavia volvió a intentar una vida de comerciante en
Londres, sin embargo iba a tener que volver por la guerra con Brasil.
(En 1816, Portugal invade la
banda oriental, y cuando Brasil se independizó, lo reclamó como herencia en
1822. En 1825, orientales (uruguayos) viviendo en Buenos Aires, llevaron a cabo
un plan de recuperación. Serán conocidos como los Treinta y Tres Orientales
liderados por Lavalleja. Desembarcaron y proclamaron a la Banda Oriental como
parte de las provincias unidas. Ante esto, Brasil le declaró la guerra a las
provincias unidas.)
La inevitable guerra con Brasil
por la banda oriental, llegó a ser realidad y hacía falta que las provincias
tuvieran cierta unificación para enfrentar una guerra en medio de la anarquía.
Es por eso, que se sanciona, rápidamente, una constitución para tener un
presidente, un congreso nacional y un ministro de guerra que lleven adelante el
conflicto.
La constitución de 1826 fue
unitaria y Buenos Aires eligió a Rivadavia como presidente y a Alvear como
ministro de guerra, ya que ambos tenían excelentes relaciones con Inglaterra y
todos los recursos saldrían de esa provincia.
Nosotros ganaríamos la guerra en
tierra y los Brasileros en el mar. La guerra fue una especie de “empate” en lo
militar. Esto generó que la guerra se extienda a un punto que ambas naciones, e
Inglaterra, quisieran buscar un tratado de paz que reanude el comercio en el
rio de la plata.
El primer intento de tratado, no
favorecía a las Provincias Unidas. Esto generó una fuerte opinión en contra del
gobierno de Rivadavia desde el Congreso y la opinión pública. La culpa no fue
directamente de Bernardino, sino de su representante Manual García, que la
negociación no era su fuerte. Sin embargo, Rivadavia tuvo que afrontar esta
negociación deshonrosa y opto por la renuncia. Luego, asumió Manuel Dorrego
como gobernador de Buenos Aires y su gobierno firmaría el tratado final que
propuso la independencia de Uruguay. Eso le costó la vida al mismo Dorrego y la
entrada de Rosas en la historia Argentina.
Por su lado, Rivadavia se exilió
a España en 1829.
En 1834, fue acusado nuevamente
de ser pro español y ser un agente conspirador de la monarquía española. Esto
no le gustó nada y decidió viajar a Buenos Aires para enfrentar las acusaciones
pero no lo dejaron desembarcar.
Nunca más volvió a Buenos aires.
Murió en Cádiz con 65 años en 1845.
Se entiende que Rivadavia era más
cauteloso y diplomático. Siempre evitó la guerra, ya que era muy costosa y
bloquean el puerto de Buenos Aires (el único ingreso de dinero). Buscaba ganar
tiempo y quedar bien con las potencias de Europa (Incluso España) ya que su
interés era que Argentina sea aceptaba como un nuevo país civilizado. Quería
una independencia más diplomática. Eso lo ubicó en una posición un poco tibia
para algunos independentistas aguerridos. Por eso, siempre fue acusado de ser
pro español.
Pero para Rivadavia, España no
era el enemigo. Era una nación que también estaba transitando una revolución en
su forma de gobierno. Y tanto las Provincias Unidas como España, estaban yendo
la misma. Es por eso, que siempre esperaba y no quería el conflicto directo.
Estaba convencido de que la nueva Argentina y la nueva España sería socios en
un futuro.
Su modo de gobierno no tuvo el
éxito esperado porque nunca lo dejaron gobernar tranquilo con tantas
acusaciones. Es por eso que pidió no ser enterrado en Buenos Aires, algo que
tampoco se le respetó.
En su corazón, convivían ambas
naciones. Como convivían en su casa de pequeño con su padre, y luego, con su
esposa y sus hijos. Bernardino Rivadavia, intentó una independencia “educada y
familiar” rodeado de Independentistas que buscaban una independencia “épica y
bélica”.
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Placa en su casa de Cádiz donde se plasma su postura. |