A finales del SXIX la Argentina llegó a un punto de inflexión. Dejó de ser una colonia/pueblo insignificante a ser una de las potencias más ricas del mundo.
Esto se logró mediante el modelo agroexportador que fue llevado a su extremo guiado por la oligarquía que gobernaba. El arquetipo de este sistema fue el Gral. Roca con los gobiernos del PAN.
El problema, es que esas familias oligarcas que gobernaban, creían que eran las únicas merecedoras de disfrutar de los benéficos económicos, políticos y laborales del modelo agroexportador. No hacían participe al trabajador.
Fueron las familias que no permitían que las masas de trabajadores del campo, trenes, puerto, telégrafos y todos los rubros relacionados al modelo, tuvieran sueldos dignos, francos, ocho horas de trabajo, descanso, y mucho menos, derecho al voto. Creían que si dejaban participar a las masas en la política, todo se vendría abajo.
Sin embargo, en la década de 1890, las familias no oligarcas de clase baja o media, habían podido enviar a sus hijos a las universidades públicas, generando nuevas generaciones conscientes de estas injusticias y con ganas de que las cosas cambien.
La falta de participación política, de derechos, y sobre todo, la injusta distribución de las ganancias producidas por el sistema agroexportador, generó las revoluciones de 1890, 1893 y 1905 lideradas por la Unión Cívica/Unión Cívica Radical.
Por más que ninguna logró el objetivo principal, lograron cambiar de parecer a ciertos miembros del PAN antiroquistas liderados por Carlos Pellegrini y Roque Sáenz Peña.
Roca insistía en continuar sin modificaciones, pero el miedo de que una revolución a gran escala tire a bajo todo lo conseguido, alertó a varios miembros del partido autonomista. Entendían que si les daban cierta participación, dejarían la lucha armada de lado.
Hay que entender que el miedo era real. En 1905, los bolcheviques llevaron a cabo la primera revolución contra la nobleza rusa (la oligarquía rusa). Lograron una monarquía parlamentaria y el sufragio masculino. Esa revolución fue en enero e inspiró a los radicales que la hicieron en agosto.
En 1906, luego de la muerta de Quintana, asume como presidente José Figueroa Alcorta. Y durante su presidencia, el congreso dicta la Ley de amnistía general a todos los participantes de la revolución de 1905 (donde él mismo fue secuestrado y amenazado de muerte). Aquí se ve el rumbo de conciliación que buscaban Sáenz Peña y Pellegrini (que muere ese mismo año junto a Mitre, Quintana y Bernardo de Irigoyen).
Como consecuencia del fracaso de la revolución de 1905, la UCR quedo desarticulada un par de años, hasta su nueva aparición en 1909, donde anunciaron la abstención en las elecciones presidenciales del año siguiente, año del centenario, hasta que se sancionara un régimen electoral capaz de garantizar elecciones limpias.
Pero el hecho más significativo de ese año, fue la Semana Roja. Luego de un acto anarquista en la ciudad de Buenos Aires el 1 de mayo, la policía, al mando de Ramón Falcón, reprimió matando a 14 obreros.
Luego de manifestaciones y grandes huelgas, fue el ruso anarquista Simón Radowitzky quien vengaría esa represión cargándose la vida de Falcón.
El gobierno justificaba esta crisis a una conspiración rusa para generar una revolución como en su país. Como consecuencia, se dictó el estado de sitio que duró hasta los festejos del centenario en 1910, donde se coreaba la consigna "¡fuera los rusos!".
También fue el año de la Revolución Mexicana, que al igual que la rusa, había triunfado pero en continente americano. La tensión era grande.
En las elecciones a presidente de 1910, es cuando se dio el momento vértice. Ganará un candidato del PAN, claramente, pero no uno cualquiera, fue Roque Sáenz Peña.
Lo interésate de Roque es que, a pesar de ser hijo del ex presidente Luis Sáenz Peña (hombre del PAN y que sufrió la revolución de los radicales en 1893 durante su mandato) él era amigo de Leandro Alem, Hipólito Yrigoyen y Aristóbulo del valle. Es más, juntos fundaron un partido político en 1877, “Partido Republicano”, donde su intención era establecer un sistema democrático con elecciones libre.
El “Partido Republicano” no prosperó y en 1879 Roque se fue como voluntario a pelear en la “Guerra del Pacifico” contra Chile del lado del Perú.
A su regreso, los más radicales del Partido Republicano (Alem, Yrigoyen y Del Valle) terminarán fundando la UCR, mientras que la rama más conservadora (Roque Sáez Peña) terminará fundando el Partido Modernista dentro del PAN.
Durante las elecciones de 1892, Roque quiso presentarse como candidato a presidente, pero a Roca no le gustaba su tendencia a las elecciones libres. El zorro elaboró un plan maquiavélico. Para evitar la candidatura de Roque, propuso a su padre como presidente. Roque se vio forzado a dar un paso al costado pero comenzó a conspirar contra Roca junto a Carlos Pellegrini.
Luego de la revolución radical de 1893, de la rusa y la de los radicales de 1905, de la masacre de la plaza Lorea de 1909 y de la revolución Mexicana de 1910, en las elecciones argentinas de ese año, la mejor opción para la oligarquía era que Roque Sáenz peña, y su partido modernista, pusieran paños fríos a la tendencia mundial.
Antes de asumir la presidencia, Roque se reunió con el líder de la oposición, y amigo personal, Hipólito Yrigoyen. En ese encuentro, Roque se comprometió a promulgar una ley electoral que modernizara los comicios e impidiera el fraude electoral e Hipólito se comprometió abandonar la lucha armada. Ambos cumplieron con su palabra.
La ley de sufragio se promulgó en 1912. Dos años después, murió Roque, en pleno mandato presidencial. Lo reemplazó su vice, Victorino de la Plaza, convirtiéndose en el último presidente del PAN.
En 1916 asumió Hipólito Yrigoyen como el primer presidente elegido por un sufragio real sin fraude. El objetivo de la oposición finalmente se consiguió.
Desde el SXX, la oligarquía tuvo que comenzar a ceder cierto poder en el gobierno para evitar una revolución donde perdieran todo. Sabían que tarde o temprano el presidente iba a ser Yrigoyen. Por eso, eligieron a Roque como último presidente que haga el traspaso, ya que era amigo de Hipólito y otros líderes de la UCR.
Las familias de la oligarquía estaban convencidas, de que a pesar de que el presidente fuera de la oposición, iban a seguir manteniendo mucho poder ya que eran los dueños el modelo agroexportador y eran mayoría en el Congreso, pero eso no duraría mucho tiempo.