martes, 25 de enero de 2022

Materia prima y la primera guerra mundial.






La revolución Industrial del Siglo XVIII es un vértice en la historia de la humanidad. Finaliza una manera de ver la vida y comienza otra distinta de manera abrupta. Adaptarnos al cambio, no fue fácil. Tuvimos que aprender mientras lo atravesábamos.

El paso de una economía rural basada fundamentalmente en la agricultura y el autoabastecimiento a una economía de carácter urbano, industrializada y globalizada, no sólo cambió la manera de generar excedente, sino que cambió los vínculos entren los seres humanos.

El primer factor que generó un cambio importante, fue el aumento en la demanda de materia prima por persona.

Antes, una persona recolectaba la materia prima suficiente para su familia, y quizás un poco más, para tener como excedente en el invierno. Pero siglos más tarde, la misma persona (ahora dueña de una fábrica) empieza a necesitar toneladas de materia prima para poder transformarlas en productos manufacturarados y venderlos. Cuanta mayor materia prima, más productor puede fabricar, más puede vender y más rico se hará. La codicia aumentó la demanda de materia por persona en las ciudades industrializadas.

En búsqueda de materia prima y nuevas líneas de comercio, los países beneficiados por esta revolución, comenzaron a expandirse por el mundo (principalmente África) mediante el uso de la fuerza.

En 1884, se celebró en Berlín una conferencia entre las potencias europeas que tenían posiciones en el continente Africano para organizar las cosas y así evitar futuros conflictos. Las mismas fueron: Inglaterra, Francia, Bélgica, Alemania, Portugal, Italia y el Imperio otomano (Turquía). En esa conferencia se repartieron el continente en favor del comercio y sin consultar con nadie del mismo.

Fue la famosa época del colonialismo europeo del Siglo XIX (1870-1914). O “La belle apoqué”, ya que un hubo prácticamente ninguna guerra. Todos los países pusieron su atención en la expansión.

En 1914 el 90% de África estaba bajo control europeo, siendo sólo Etiopía y Liberia independientes a esa altura.

La primera guerra mundial, entre otras cuestiones, fue consecuencia del capitalismo extremo que llevó a las grandes potencias a repartirse el mundo para conseguir materia prima (Para fabricar sus productos) y conquistar nuevas rutas comerciales (Para venderlos). Y es en esa repartija, donde las ambiciones económicas, geopolíticas y el nacimiento del sentimiento nacionalista, generaron las asperezas que terminaron resolviéndose con una guerra en su propio continente.

 

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