martes, 11 de julio de 2023

Bernardino Rivadavia

 



Un gallego abogado y español, con importantes cargos en el cabildo y un rotundo éxito en el comercio de esclavos, tuvo un hijo en Buenos Aires en 1780: Bernardino Rivadavia.

Logró ingresar a su hijo al colegio San Carlos (Nacional de Buenos Aires) pero este abandonó los estudios en 1803 para dedicarse al comercio.

En 1806, lo ingleses invadieron Buenos Aires, y como no llegaban refuerzos de España, los vecinos armaron sus propias milicias. Se agrupaban según su ciudad de origen, por lo tanto,  formó parte del tercio de gallegos junto a su padre Benito. Él con 26 y su padre con 60 años, pelearon juntos en la reconquista y la defensa.

En 1808, Francia invade España, y tener un virrey francés (Liniers había nacido en Francia) no le cayó muy bien a los españoles defensores de la corona española. Es por eso, que en 1809, el tercio de gallegos, con su padre, intentó derrocarlo sin éxito. En esta ocasión, no lo acompañó. Ya comenzaban las diferencias entre padre e hijo.

Ese mismo año, Bernandino, se casó con la hija del ex Virrey del Pino y esto mejoró su estándar social.

Bernandino Rivadavia, participó de la Revolución de mayo. Votó para echar a Cisneros e implementar un gobierno patrio.

Claramente, no compartía las ideas de su padre, él si quería la independencia. Pero, además de su padre pro español, se casó con la hija del Virrey Del Pino. Por lo tanto, para los demás independentistas, la imagen de Rivadavia siempre estuvo ligada a las fiestas, reuniones y negocios españoles. Era la gente con la cual él se codeaba por parte de su padre y esposa.

Su postora, poder, dinero, poder de convicción le permitió ser un verdadero animal político.  Llegó a ser nombrado Secretario de Gobierno y Guerra del primer triunvirato. Y a pesar de no ser miembro directo, su postura política fue tan fuerte, que se impuso en todas las decisiones de ese gobierno.

Y si faltaba algo para levantar sospechas, además de ser hijo de un español anti independencia y una esposa hija de un virrey, impulsó la estrategia “máscara de la monarquía”. La misma,  apelaba a una supuesta fidelidad a la causa de Fernando VII que desde 1808 se encontraba preso. Pero a pesar de todo, esta estrategia no pretendía volver a ser colonia. Era una manera de ganar tiempo y reconocimiento de las demás potencias. De hecho, esa estrategia tampoco era nueva, la primera junta firmó gobernar en nombre de Fernando VII (detalle que nadie nombra).

Luego de la derrota de Huaqui, y para evitar pelear en dos frentes (Perú y Montevideo), el 20 de octubre de 1811, Rivadavia firmó un Tratado de Paz por el que las Provincias del Río de la Plata se reconocían como parte integrante de la nación española y a Fernando VII como su único soberano. Este tratado parece ser pro español, sin embargo, es simplemente diplomacia. Era para evitar la guerra en dos frentes, ya que de ser así, las perderíamos. Además, faltaba poco la que España (sin su rey) firmara una constitución.

Finalmente, en marzo de 1812, la corte de Cádiz creó la Constitución de 1812 (“Viva la pepa”). España pasó a ser una monarquía constitucional que contemplaba a las colonias como nuevas provincias del nuevo estado español. España dio fin al Antiguo Régimen monárquico absoluto.

Esto era lo que estaba esperando Rivadavia. Buscaba tiempo para que España termine su proceso hacia una monarquía parlamente y poder negociar con un ministro y no con un rey.

Es por eso, que le prohibió a Belgrano utilizar la bandera Argentina y lo obligó a desplegarse hasta Córdoba para evitar nuevos enfrentamientos. Para Rivadavia, eran nuevas aguas para negociar la independencia. Sin embargo, Belgrano, no cumplió esa orden, peleó igual y ganó la batalla de Tucumán.

Esta rebeldía de Belgrano, fue bajo la influencia de la masonería recientemente desembarcada en Buenos Aires en marzo de 1812. San Martin, Alvear y Zapiola llegaron a imponer su modelo ofensivo con el fin de eliminar completamente la influencia española en América. Realizaron un golpe de estado en Octubre, lo echaron a Rivadavia e inauguraron el segundo triunvirato al cual le exigieron crear una constitución y declarar la independencia. Para ellos, Rivadavia era “pro-español” igual que su padre.

San Martin, finalizó la vida política de Rivadavia (por dos años), sin embargo, la venganza llegaría más tarde.

Dos años más tarde, las vueltas de la vida, juntaron a Rivadavia y su “rebelde” Belgrano en un viaje a Europa juntos. La misión, encargada por el directorio, era buscar el reconocimiento de las potencias europeas pero fue un fracaso (El delfín francés, el Carlotismo, etc.)

Era 1816, Belgrano regresaría a Buenos Aires para apoyar el congreso de Tucumán y Rivadavia decidió quedarse en Londres. Esa decisión, le quitó la última oportunidad de ver a su padre vivo. Benito nunca apoyó la idea de independizarnos de España, y quizás sea casualidad, pero murió en septiembre, a dos meses de la firma de la independencia en Tucumán.

En 1820, la situación política de las provincias unidas fue la peor desde la revolución de mayo. Luego del fracaso de la constitución de 1819, colapsó la unidad. Cada provincia comenzó a dirigirse por sí misma, y para eso, el gobernador de Buenos Aires, Martin Rodríguez, se contactó con Rivadavia para ofrecerle el cargo de primer ministro.

Rivadavia, con 40 años, aceptó y volvió a su Buenos Aires natal. Esa vez, volvió empapado de la forma inglesa de hacer política e hizo todo para instaurarla acá. Sus reformas fueron conocidas como “las reformas rivadavianas”. Entre los principales cambios:

-Suprimió los cabildos.

-Fundó la Universidad de Buenos Aires.

-Impuso el Regalismo:

Una doctrina que sostenía que no existía un Iglesia regida por el Papa, sino que existían comunidades de fieles a los cuales el gobierno de cada país podía dirigir a su conveniencia. Modificó la organización de la Iglesia católica, les quitó propiedades y elimino órdenes.

-Fomentó fervientemente las ciencias:

 Creo la Sociedad Literaria, la Sociedad de Ciencias Físicas y Matemáticas, la Sociedad de Jurisprudencia, la Academia de Medicina, las academias de música y canto,  el Museo Argentino de Ciencias Naturales, el Archivo General, el Registro Oficial, el Departamento Topográfico y Estadístico. Trajo profesionales de otros países, entre ellos, al ingeniero francés Carlos Henry Pellegrini, futuro padre del presidente.

-Introducción de animales puros de distintas razas.

-Fundó la Bolsa de Comercio y el Banco de Descuentos (Futuro Banco de Buenos Aires)

-Sancionó la primera ley  que habla Sufragio Universal.

-Creó la Policía del Estado.

-Construyó edificios públicos.

-Creó el Cementerio de la Recoleta.

A pesar de vivir 6 años en Londres y traer nuevas ideas, había algunas que nunca cambiaban. Se negó a colaborar con los ejércitos que luchaban contra los realistas, tanto el de Martín Miguel de Güemes en Salta, como la campaña de José de San Martín en Perú. De hecho, consideró que San Martin hacia uso de recursos sin autorización, ya que no era la prioridad del estado ayudar a Perú con su independencia sino la próxima guerra de las provincias unidas contra Brasil.

Rivadavia le pidió que volviera con sus ejércitos, San Martin se reusó y Bernardino pidió el arresto.  Podrán haber pasado diez años, pero Rivadavia nunca se olvidó de aquel golpe de estado perpetuado por San Martin y que le tiró abajo su preciado triunvirato. Sin embargo, el arresto nunca se llevó a cabo por el peso del Prócer. Lo dejó volver en 1823 para embarcarse en el puerto de Buenos Aires rumbo a Francia. Será la última vez de San Martin en nuestras tierras.

Finalizado el mandato de Martin Rodríguez en 1824, Rivadavia volvió a intentar una vida de comerciante en Londres, sin embargo iba a tener que volver por la guerra con Brasil.

(En 1816, Portugal invade la banda oriental, y cuando Brasil se independizó, lo reclamó como herencia en 1822. En 1825, orientales (uruguayos) viviendo en Buenos Aires, llevaron a cabo un plan de recuperación. Serán conocidos como los Treinta y Tres Orientales liderados por Lavalleja. Desembarcaron y proclamaron a la Banda Oriental como parte de las provincias unidas. Ante esto, Brasil le declaró la guerra a las provincias unidas.)

La inevitable guerra con Brasil por la banda oriental, llegó a ser realidad y hacía falta que las provincias tuvieran cierta unificación para enfrentar una guerra en medio de la anarquía. Es por eso, que se sanciona, rápidamente, una constitución para tener un presidente, un congreso nacional y un ministro de guerra que lleven adelante el conflicto.

La constitución de 1826 fue unitaria y Buenos Aires eligió a Rivadavia como presidente y a Alvear como ministro de guerra, ya que ambos tenían excelentes relaciones con Inglaterra y todos los recursos saldrían de esa provincia.

Nosotros ganaríamos la guerra en tierra y los Brasileros en el mar. La guerra fue una especie de “empate” en lo militar. Esto generó que la guerra se extienda a un punto que ambas naciones, e Inglaterra, quisieran buscar un tratado de paz que reanude el comercio en el rio de la plata.

El primer intento de tratado, no favorecía a las Provincias Unidas. Esto generó una fuerte opinión en contra del gobierno de Rivadavia desde el Congreso y la opinión pública. La culpa no fue directamente de Bernardino, sino de su representante Manual García, que la negociación no era su fuerte. Sin embargo, Rivadavia tuvo que afrontar esta negociación deshonrosa y opto por la renuncia. Luego, asumió Manuel Dorrego como gobernador de Buenos Aires y su gobierno firmaría el tratado final que propuso la independencia de Uruguay. Eso le costó la vida al mismo Dorrego y la entrada de Rosas en la historia Argentina.

Por su lado, Rivadavia se exilió a España en 1829.

En 1834, fue acusado nuevamente de ser pro español y ser un agente conspirador de la monarquía española. Esto no le gustó nada y decidió viajar a Buenos Aires para enfrentar las acusaciones pero no lo dejaron desembarcar.

Nunca más volvió a Buenos aires. Murió en Cádiz con 65 años en 1845.

Se entiende que Rivadavia era más cauteloso y diplomático. Siempre evitó la guerra, ya que era muy costosa y bloquean el puerto de Buenos Aires (el único ingreso de dinero). Buscaba ganar tiempo y quedar bien con las potencias de Europa (Incluso España) ya que su interés era que Argentina sea aceptaba como un nuevo país civilizado. Quería una independencia más diplomática. Eso lo ubicó en una posición un poco tibia para algunos independentistas aguerridos. Por eso, siempre fue acusado de ser pro español.

Pero para Rivadavia, España no era el enemigo. Era una nación que también estaba transitando una revolución en su forma de gobierno. Y tanto las Provincias Unidas como España, estaban yendo la misma. Es por eso, que siempre esperaba y no quería el conflicto directo. Estaba convencido de que la nueva Argentina y la nueva España sería socios en un futuro.

Su modo de gobierno no tuvo el éxito esperado porque nunca lo dejaron gobernar tranquilo con tantas acusaciones. Es por eso que pidió no ser enterrado en Buenos Aires, algo que tampoco se le respetó.

En su corazón, convivían ambas naciones. Como convivían en su casa de pequeño con su padre, y luego, con su esposa y sus hijos. Bernardino Rivadavia, intentó una independencia “educada y familiar” rodeado de Independentistas que buscaban una independencia “épica y bélica”.


Placa en su casa de Cádiz donde se plasma su postura.


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