Los gobiernos oligarcas del PAN (1874-1916) se encargaron de mantener a la Argentina dentro del circuito del capitalismo mundial: Una economía agroexportadora, un estado conservador, ordenado, complaciente y con fraude electoral para que nada de esto cambie.
Todas las leyes creadas en estos gobiernos fueron a fin de este sistema agroexportador conservador. La ley de inmigrantes es una de las más recordadas. Será la ley que les traerá la de mano de obra barata necesaria para sus campos, pero además, les traerá la semilla del fin de su paso por el estado.
La gran mayoría de los inmigrantes no tenían formación académica. Trabajaban de sol a sol en los campos. Sus ingresos eran pocos, pero como la educación era gratuita, pueden enviar a sus hijos al colegio y universidad. Es así, como en poco tiempo, los hijos de los inmigrantes analfabetos comienzan a ser profesionales. La famosa época de “Mi hijo el dotor”. Van a ser estos jóvenes académicos los que logren formar la inexistente clase media y van a denunciar el fraude electoral. Son la Unión Cívica y harán su entrada oficial en la política en la Revolución del parque de 1890.
En ese momento el presidente era Celman (cuñado de Roca) y su mandato se vio en golpeado por la crisis económica de 1890 (generada por la especulación de las inversiones inglesas). Crisis política más crisis económica, da como resultado una revolución. La misma no generó un sufragio universal pero si un lugar para una oposición política conformada por Alem, Mitre, Bernardo de Irigoyen, Lisandro de la Torre, Juan B Justo y un joven Hipólito Yrigoyen entre otros.
La oligarquía se vio amenazada ante esta nueva organización que pedía postularse en las próximas elecciones. Roca, como líder de su partido (PAN) ideo una estrategia. No permitió el sufragio universal, claramente, pero si invitó a uno de sus líderes (Mitre) a participar de la elección de la próxima fórmula presidencial del PAN. De esa manera, Roca logró que ellos creyeran que estaban participando del gobierno, cuando en verdad, evitó que se postulen en las elecciones. Este arreglo generó un quiebre en a U.C. Los que se sintieron decepcionados por Mitre, fundaron la Unión Cívica Radical (UCR) con Alem a la cabeza. Y son ellos, luego de varias revoluciones más, los que no dieron a torcer el brazo y lograron el voto universal, secreto y obligatorio decretado por Roque Sanz Peña en 1912.
Las elecciones presidenciales siguientes a la ley, fueron las de 1916. En esa elección dejó de existir el PAN y se presentaron reales partidos políticos. Ganó la fórmula de la UCR, Yrigoyen- Luna. Y por primera vez en la historia Argentina, el estado, la ciudad de Buenos Aires, su puerto, su aduana y todas las riquezas generadas por el campo, no fueron administradas por los terratenientes, sino por una creciente clase media.
Sin embargo, esto no podía durar mucho. La situación política fue muy tensa durante las presidencias radicales (1916-1930).
Que el estado no estuviese en manos de la oligarquía, generaba para muchos, una injustica y una mala idea. ¿Cómo podía ser que un país agroexportador no estuviese administrado por sus terratenientes? Y por otro lado, también generaba el terreno ideal para el comienzo de una revolución más profunda.
Los inmigrantes no sólo trajeron mano de obra barata, sino también, ideas anarquistas y comunistas. Las mismas fueron sólo ideas teóricas, a las cuales los estados no le daban mucha importancia, hasta que se hicieron reales en 1917 con la revolución rusa.
La revolución bolchevique motivo a los grupos de obreros en Argentina. Yrigoyen (el presidente más cercano a las masas) tuvo que vivir en su propio gobierno dos de los hechos más lamentables de represión estatal: La semana trágica y las huelgas de la Patagonia.
La oligarquía presionaba al gobierno radical para que no permita que el “fantasma rojo” triunfe y ellos pierdan sus tierras. Yrigoyen fue duro con las huelgas y hasta puso como presidente a su ministro más oligarca para calmar las aguas: Marcelo T. de Alvear.
Los años 20 fueron muy buenos para la oligarquía argentina. Una Europa reconstruyéndose de la gran guerra solicitaba mucho alimento.
Todo parecía controlado hasta que se empiezan a dar dos factores. Por un lado, la amenaza roja era duramente reprimida en las calles por el ejército nacional, sin embargo, en las urnas, cada vez más socialistas ocupaban cargos políticos. Y el otro factor fue la caída de la bolsa en EEUU. La gran depresión generó que Inglaterra tuviera que ahorrar dinero y esto implicó dejar de comprar carne a la argentina.
Esta situación fue tan grave para la Argentina conservadora y la oligarquía que generó una reacción rápida. Para ellos, la democracia ya no convencía porque se estaba llenado de socialistas el congreso. Y la cancelación de compra de carnes por parte de Inglaterra, era culpa de una mala política diplomática por parte de los radicales.
Crisis política más crisis económica, da como resultado una revolución o golpe de estado.
Así fue, que el 6 de septiembre de 1930, se llevó a cabo el golpe de estado que retornó a la Argentina a fraude electoral y a la colonia inglesa (pacto Roca –Runciman) Una clara regresión a la época del PAN. Se dio inicio a la famosa “Década infame”, que además, incorporó en la Argentina un sistema político muy en auge en esa época: El Corporativismo.
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