viernes, 28 de enero de 2022

Educación argentina y la ley 1420



Al iniciarse la primera presidencia de Roca (1880-1886), la Argentina se encontraba en un momento bisagra en su historia. Luego de interminables años de guerra civil, y gracias a la federalización de la ciudad de Buenos Aires (1880), la paz había llegado. Los gobiernos tienen la tranquilidad suficiente para abocarse a la administración y organización de este nuevo país que estaba terminando de nacer desde la revolución de 1810.

De apoco, la administración Roquista, va a ir tomando control de las tierras (conquista del desierto y de Chaco); tomando control de la administración política (creación de ministerios) y tomando control de la vida civil (leyes civiles). Entre estas leyes nuevas, hay un conjunto de leyes bautizadas “leyes laicas”. Entre ellas se encuentra la ley 1420 de educación de 1884.

Las “leyes laicas” llevan este peculiar nombre porque su objetivo era quitarle control a la iglesia en asuntos públicos. Por ejemplo: Se crea la ley de matrimonio civil (Antes, el casamiento podía ser solo por iglesia) Se crea el registro de personas (Antes, el registro lo llevaba la iglesia con los bautismos) Se crean los cementerios públicos (Antes, los cementerios y las defunciones eran cuestión religiosa) Y se crea la ley de educación (Antes, la educación estaba en manos de la Iglesia). Estas leyes “laicas” van a ocasionar grandes discusiones hasta el punto que el vaticano rompe relaciones con la Argentina.

Pero la ley que más debate va a generar, es la 1420. Quien controlara la educación de las masas tendría más poder que el sólo enseñar a escribir y leer a niños. La educación será la manera más efectiva de adoctrinamiento político.

La ley de educación 1420 marca un antes y un después en la historia argentina. No sólo en el ámbito académico, sino también, en lo social, económico y político. Por primera vez, el estado argentino asume el 100% en el rol de educar a las masas según su criterio y necesidad. Y esta acción será el inicio de la construcción del gen argentino moderno.

martes, 25 de enero de 2022

Materia prima y la primera guerra mundial.






La revolución Industrial del Siglo XVIII es un vértice en la historia de la humanidad. Finaliza una manera de ver la vida y comienza otra distinta de manera abrupta. Adaptarnos al cambio, no fue fácil. Tuvimos que aprender mientras lo atravesábamos.

El paso de una economía rural basada fundamentalmente en la agricultura y el autoabastecimiento a una economía de carácter urbano, industrializada y globalizada, no sólo cambió la manera de generar excedente, sino que cambió los vínculos entren los seres humanos.

El primer factor que generó un cambio importante, fue el aumento en la demanda de materia prima por persona.

Antes, una persona recolectaba la materia prima suficiente para su familia, y quizás un poco más, para tener como excedente en el invierno. Pero siglos más tarde, la misma persona (ahora dueña de una fábrica) empieza a necesitar toneladas de materia prima para poder transformarlas en productos manufacturarados y venderlos. Cuanta mayor materia prima, más productor puede fabricar, más puede vender y más rico se hará. La codicia aumentó la demanda de materia por persona en las ciudades industrializadas.

En búsqueda de materia prima y nuevas líneas de comercio, los países beneficiados por esta revolución, comenzaron a expandirse por el mundo (principalmente África) mediante el uso de la fuerza.

En 1884, se celebró en Berlín una conferencia entre las potencias europeas que tenían posiciones en el continente Africano para organizar las cosas y así evitar futuros conflictos. Las mismas fueron: Inglaterra, Francia, Bélgica, Alemania, Portugal, Italia y el Imperio otomano (Turquía). En esa conferencia se repartieron el continente en favor del comercio y sin consultar con nadie del mismo.

Fue la famosa época del colonialismo europeo del Siglo XIX (1870-1914). O “La belle apoqué”, ya que un hubo prácticamente ninguna guerra. Todos los países pusieron su atención en la expansión.

En 1914 el 90% de África estaba bajo control europeo, siendo sólo Etiopía y Liberia independientes a esa altura.

La primera guerra mundial, entre otras cuestiones, fue consecuencia del capitalismo extremo que llevó a las grandes potencias a repartirse el mundo para conseguir materia prima (Para fabricar sus productos) y conquistar nuevas rutas comerciales (Para venderlos). Y es en esa repartija, donde las ambiciones económicas, geopolíticas y el nacimiento del sentimiento nacionalista, generaron las asperezas que terminaron resolviéndose con una guerra en su propio continente.