Americanos quemando pagares de bancos y acciones de empresas en 1929. |
Hasta la primera guerra mundial, las potencias mundiales históricas eran Inglaterra y Francia. Ambas, dividían al mundo entre sus colonias y socios comerciales.
Nosotros éramos un país que le vendían materias primas y le compraba productos manufacturados, principalmente a Inglaterra. Esta situación nos colocó como uno de los principales exportadores de materia prima ubicándonos en el sexto lugar de los países más importantes del mundo a principios del SXX. Pero duró hasta 1929.
El reparto del mundo entre las potencias europeas desencadenó en la primera guerra mundial (1914-1918). Finalizada la misma, Inglaterra, Francia, Alemania e Italia quedaron devastadas. Su debilidad a nivel mundial dio lugar a que una naciente potencia del continente Americano los sobrepasara: EEUU.
Estados Unidos, implementó una política económica doble. Por un lado, desarrolló el campo, logrando un proteccionismo que generaba no depender de la materia prima de otros países. Y por otro lado, desarrolló la industria gracias una fuerte inversión tecnológica (desarrollo que nosotros no generábamos por presión de Inglaterra).
Aprovechando que las grandes potencias estaban destruidas por la gran guerra (y que además, las mismas reemplazaron la producción de alimentos por la producción de armamento) el país de barras y las estrellas se convirtió rápidamente en la principal potencia mundial en exportar materia prima y bienes de consumo.
Esa época, de buena estabilidad económica, dio origen en los EEUU a los famosos “locos años veinte”. La década donde todos tenían dinero y bien estar. Desde un gran empresario hasta un humilde trabajador, ambos invertían en la bolsa de Wall Street.
Lo irónico, es que esa buena época económica fue la que terminó generando su caída. La gente creyó que la racha no se iba a terminar nunca, generando así, una especulación tan grande que no paraban de invertir en acciones de empresas. Llevaban su dinero a cambio de papeles con promesas de que valdrían más en un futuro cercano.
Pero Europa demandaba productos y materia prima a EEUU endeudándose con ellos mismos para poder cómpraselos. Francia multiplico su deuda con EEUU por siete, Gran Bretaña por once y Alemania por veintisiete. Ante este nivel de endeudamiento, Europa tuvo que poner un freno y dejó de comprar a los americanos.
En las fábricas de EEUU se generaron despidos y cierres. Ante la crisis, la gente fue a los bancos a retirar todo lo posible e intercambiar las acciones por dinero. Pero claro, a esa altura, ya valían mucho menos o no valían nada. Muchos americanos habían invertido los ahorros de su vida y se quedaron en la miseria.
Casi poético, que los “locos años veinte” de increíble crecimiento económico, terminaron abruptamente en su último año. El crack de 1929, no sólo fue devastador para los EEUU, sino para el resto del mundo.