La revolución industrial trajo como
consecuencia una carrera expansionista a
nivel mundial de los países industrializados europeos. El objetivo era repartirse los territorios
fáciles de conquistar, con inestabilidad política y/o militar, para poder
hacerse de su materia prima y su mano de obra a un bajísimo costo. Lo
interesante, es que estos países fáciles de conquistar, eran a los que antes les
compraban sus recursos pero de forma legal. El imperialismo fue la gran solución en favor al
lucro capitalista. Como un empresario buscando, de alguna manera, reducir los gastos
de producción para incrementar las ganancias. En esa habilidad radica el éxito
cualquier empresario y/o país industrial. El tema es: ¿De qué manera? ¿A costo
de qué?El imperialismo, fue para muchos
países industriales, la mejor manera de reducir (casi por completo) los gastos
de producción. La materia prima había que comprarla con precios inflados por
las aduanas particulares de cada territorio. Por lo tanto, siempre es mejor
conquistar el territorio, y hacerse dueño de los recursos naturales, que
comprarlos. Y por otro lado, la mano de obra en Europa empezaba de a poco a ser
mejor tratada, todo a raíz de la aparición de los nuevos movimientos políticos obreros,
y como consecuencia, los sindicatos, que van a negociar cara a cara con el
empresario explotador. Es por eso, que era más rentable conquistar también a sus
trabajadores e implementar un sistema de trabajo casi esclavista. Claramente
todo iba a salir más barato.Luego, la materia prima extraída,
viajaba en grandes barcos a las metrópolis europeas. La misma se transformaba
en productos manufacturados en las fábricas. Todo gracias a la tecnología, que le permitió al
empresario, el reemplazó del trabajo artesanal de varios hombres calificados bien
pagos, por el de unos pocos descalificados y mal pagos. La tecnología también
actuó como otro gran recurso a la hora de buscar reducir los gastos de
producción.Finalmente, aquellos productos
manufacturados, que fueron extraídos de esos territorios conquistados y con
mano de obra casi esclava de sus propios habitantes, iban a ser comprados, a
altísimos precios, y aunque parezca mentira, por esos mismos trabajadores. Los territorios conquistados estaban obligados
económica y políticamente a comerciar con su país usurpador, y claramente, no los
dejan fomentar su propia industria. Por lo tanto, era el negocio perfecto.Esta idea de cómo debía funcionar
el mundo, la llevó a cabo la burguesía europea del SXIX bajo el disfraz de
llevar el progreso a estos pobres territorios.De esta manera los sectores
débiles del mundo se repartieron, principalmente, entre Inglaterra, Francia,
Italia y Alemania. Siendo África y Asia, los continentes más ocupados y
castigados. Este reparto del mundo fue uno de los motivos de la primera guerra
mundial.A finales del XIX, se dio el auge
del imperialismo y de la segunda revolución industrial. Pero también, se dio el
inicio progresivo de una nueva etapa del imperialismo, donde se reemplazó la
conquista de nuevos territorios por la conquista de nuevos mercados.Luego de las guerras mundiales
del Siglo XX, quedaron rigiendo el mundo EEUU, URSS y una nueva forma de
imperio. La principal diferencia, es que se reemplaza conquista militar por una
conquista económica, de mercados a nivel mundial. Es la llamada: Globalización.
Los países dominantes fomentan el anticolonialismo y el nacimiento de nuevos estados, para luego
poder incorporarlos en su red comercial de la cual será muy difícil salir. Todo
mediante la “recomendación” del nuevo presidente o líder. Esta imposición de
gobiernos que se ajusten a sus mercados e ideología, es lo que los hace seguir
siendo, a pesar de aparentar ser libres, territorios conquistados.
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