martes, 26 de julio de 2016

¿Qué es una obra de arte?



Según Heidegger en “El origen de la obra de arte”, la obra de arte debe desocultar la verdad del ser.

Vamos a tomar como ejemplo este cuadro de Van Gogh. Se ven pintados dos zapatos. ¿Pero sólo se ven dos zapatos en esa imagen?

Un zapato es un simple utensilio creado por el hombre para poder caminar más cómodo. No fue creado para ser observado, admirado, y menos, contemplado como una obra de arte. Sin embargo, si lo pintamos en una tela se transforman en arte.

Seguramente, si vemos esos zapatos viejos, sucios y gastados en nuestra vida, no nos llamarían la atención. Serían otro par de zapatos de los miles de pares de zapatos que vimos y veremos en nuestras vidas.

Todos los días usamos nuestros zapatos. Todos los días nos llevan a  todos lasos. Todos los días los vemos pero ¿los observamos?

La obra de arte tiene ese poder. Al “instalar” esos zapatos viejos, gastados y sucios en una pintura, cobran otro sentido. De repente, los ubicamos de una manera donde les damos un lugar de observación. Y ya no los vemos como dos zapatos de la vida real, ahora transmiten “un día largo de trabajo”, “el esfuerzo del hombre por conseguir su comida”, “la pobreza” (porque ambos son de pie izquierdo), “el descanso” y muchas cosas más que dependen de la experiencia de vida de cada persona.

De golpe, la función de un par de zapatos cambió. Hubo una re significación. De un mero utensilio, donde su función era hacer más cómodo el andar, a un significado filosófico. ¿El zapato tiene ese poder? Claro que no, pero la obra de arte, sí.

De esa manera la obra de arte desoculta la esencia del ser (los zapatos), nos dice la verdad de la misma: “Desocultar la verdad del ser”. A esta hermosa acción, los griegos la llamaban: “Alétheia”

La belleza de una obra radica en su cantidad de alétheia. Cuando una obra aparezca más “desocultada” mostrará más su ser y de esa manera será más bella.

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